Ante la contingencia epidemiológica que transcurrimos durante todo 2020 a causa del coronavirus, es preponderante pensar también el rol individual que asumamos en la prevención del dengue, en esta temporada de verano que está comenzando, evitando al máximo que el mosquito transmisor de la enfermedad se reproduzca.
Mientras el problema más angustiante hoy en día sigue
siendo el Covid-19, en este periodo estival que se avecina también debemos
enfrentar otro riesgo como lo es el dengue, por lo tanto, es momento de
trabajar activamente, sobre todo en la eliminación de objetos inservibles en cada
una de las viviendas, que pudieran transformarse en criaderos de mosquitos;
para ello el descacharrado es la acción fundamental y de absoluta
responsabilidad del morador de la vivienda, por ello es fundamental la
participación activa de cada uno de los vecinos.
Las
personas que tuvieron dengue en los últimos tiempos, se curaron de esa infección,
pero son especialmente susceptibles ante la posibilidad de reinfección por un
serotipo viral diferente al de la primera vez que padecieron la enfermedad, y
por ello, tienen mayor probabilidad de desarrollar un cuadro grave de la
enfermedad. Si además sumamos que el coronavirus está aún en un periodo crítico,
deberíamos tener en cuenta que la conjunción de ambas patologías puede llegar a
ser más que complicada.
Es
importante tener en cuenta que dengue y coronavirus comparten o tienen en común
un síntoma cardinal como lo es la fiebre, si bien otros indicios son diferentes,
podría ser dificultoso para el sistema de salud identificarlas y diagnosticar con
rapidez en una primera instancia. El dengue, por lo general, produce fiebre
menor de 7 días junto a dolor de cabeza, dolor articular, dolor detrás de los
ojos, de cuerpo y erupción cutánea o sarpullido mientras que el coronavirus presenta
fiebre superior a 37.5, dolor de garganta, dificultad para respirar, tos,
perdida del olfato, del gusto y a veces diarrea.
Vigilancia
permanente
Ahora
sin casos de dengue, debemos anticiparnos con todas las acciones preventivas de
cara al 2021, sabiendo que en gran medida la prevención del dengue depende de
nuestros hábitos diarios en el hogar, de la constancia en la limpieza, el
descacharrado, el desmalezado. Si tenemos mosquitos en la casa, es porque el
criadero está cerca y no podemos esperar que otros tomen la responsabilidad para
evitar la presencia de mosquitos en las viviendas, sino que nosotros somos
quienes debemos tomar las medidas correctivas que correspondan. Hoy es el
momento de trabajar en la prevención del dengue.
El
dengue tiene que ver, por un lado, con la época del año que estamos comenzando
a transcurrir, donde tenemos calor, lluvias y otras condiciones ambientales que
favorecen el desarrollo del mosquito transmisor del virus que es el Aedes aegypti
y, por otro lado, tiene que ver con la conducta de las personas porque somos
nosotros quienes facilitamos la reproducción de mosquitos sino eliminamos los
criaderos de cada una de nuestras viviendas. Al aumentar la población de
mosquitos estamos elevando el riesgo de enfermar ya que el virus se transmite a
través de la picadura de estos mosquitos que necesitan, en una etapa de su
desarrollo, recipientes de paredes rígidas que puedan almacenar agua, tales
como una tapita de botella, un vaso pequeño, un balde o un neumático al aire
libre para reproducirse.
Además,
debemos recordar que, para poder transmitir la infección, el mosquito necesita adquirir
el virus de una persona que tenga la enfermedad; luego de picar a esta persona,
desarrolla un ciclo que continuará al picar a otra persona, avanzando así con
la transmisión de manera silenciosa, de allí la importancia de realizar la
consulta medica ante la presencia de algún síntoma.
Todos
juntos de manera responsable debemos trabajar para evitar la presencia de
criaderos en nuestras casas y nuestro barrio.
Crédito de las Imágenes: Hospital Garraham CABA
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